historias de ahorro

Ento ayuda a detectar la rotura de una tubería después de que la compañía eléctrica eliminara todas las alertas

Residuos energéticos

10.000 litros/día

Despilfarro financiero

Industria

Sector Público

Cliente

Municipio

A primera vista, todo parecía normal, pero entre bastidores, 10.000 litros de agua desaparecían cada día.

Este fue el Efecto Ento en acción: identificar un problema invisible y asegurarse de que finalmente se resolviera.

Durante meses, nuestro sistema detectó un consumo de agua inusual en un centro deportivo y de cuidado de ancianos. Enviamos múltiples alertas porque las cifras apuntaban a una fuga, pero extrañamente la empresa de suministro del cliente no lo hizo. Resultó que, tras una consulta a la compañía, las alertas se habían desactivado debido a la clasificación del edificio.

Este aprendizaje supuso un gran avance y los gestores energéticos finalmente localizaron el problema: una conexión de tuberías olvidada a una antigua fuente de agua que nunca se había cerrado correctamente. Además, el contador de agua se había asignado a un lugar diferente.

Al aislar la sección, los gestores energéticos confirmaron la fuga y detuvieron la pérdida innecesaria de agua.

La lección fundamental de este caso: las empresas de servicios públicos no siempre detectan el consumo excesivo, y no basta con confiar en las alertas automáticas.