Entendiendo el artículo 11 de la Directiva UE sobre eficiencia energética: guía de sistemas de gestión
La Directiva de Eficiencia Energética (DEE) de la UE exige la actuación urgente de organizaciones y organismos públicos de toda Europa. Su incumplimiento podría acarrear sanciones económicas y obstaculizar los esfuerzos de Europa por convertirse en el primer continente neutro desde el punto de vista climático. Mientras los sectores público y privado se preparan para cumplir la nueva Directiva (y las normativas específicas de cada país derivadas de ella), conceptos clave como los Sistemas de Gestión Energética (SGE), los Sistemas de Gestión Medioambiental (SGMA), las Auditorías Energéticas y las Auditorías Climáticas están resultando esenciales. Este artículo explora estos sistemas, sus interacciones y cómo ayudan a alinearse con los objetivos de eficiencia energética y sostenibilidad de la UE.
Entender la Directiva de eficiencia energética de la UE
La Directiva de la UE sobre eficiencia energética forma parte del "Pacto Verde Europeo", cuyo objetivo es convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro para 2050. Se aplicará a más tardar en octubre de 2025. La directiva se centra en reducir el consumo de energía, mejorar la eficiencia energética y fomentar el uso de fuentes de energía renovables en todos los sectores.
Para cumplir el artículo 11 de la DEE, los sistemas de gestión de la energía y las auditorías energéticas, los propietarios de edificios deben adoptar enfoques sistemáticos para gestionar la energía y el impacto ambiental: aquí es donde entran en juego los sistemas de gestión de la energía, los sistemas de gestión ambiental, las auditorías energéticas y las auditorías climáticas.
Sistema de gestión de la energía
Un Sistema de Gestión Energética (SGE) es un marco estructurado que las organizaciones utilizan para gestionar y mejorar su rendimiento energético. Implica establecer objetivos de eficiencia energética, desarrollar un plan para alcanzarlos, controlar el consumo real de energía y medir los progresos. El objetivo es mejorar continuamente la eficiencia energética, reducir los costes y minimizar el impacto ambiental.
Los sistemas de gestión de la energía suelen incluir acciones como la implantación de tecnologías de ahorro energético, la optimización del uso de la energía y el seguimiento de las métricas de rendimiento energético a lo largo del tiempo.
Certificación ISO 50001 en relación con la DEE
Muchas organizaciones de toda Europa ya han implantado con éxito un Sistema de Gestión Energética conforme a la norma ISO 50001, pero con la Directiva de Eficiencia Energética de la UE será obligatorio para las empresas con un consumo medio anual superior a 85 TJ de energía en los tres años anteriores. Estas organizaciones deberán disponer de un Sistema de Gestión Energética a más tardar el 11 de octubre de 2027. Tenga en cuenta que la Directiva de Eficiencia Energética sólo establece los requisitos mínimos y que algunos Estados miembros de la UE pueden tener plazos anteriores.
En Ento hemos ayudado a organizaciones como el Consejo Danés de Agricultura y Alimentación (Landbrug & Fødevarer) a conseguir importantes mejoras en eficiencia energética y obtener la certificación ISO 50001. Puedes leer más sobre este caso aquí.
Para más información sobre la norma ISO 50001 y sus implicaciones para los sistemas de gestión de la energía, consulte este artículo de la web de Ento.
Sistema de gestión medioambiental
Un Sistema de Gestión Medioambiental (SGMA), normalizado según la norma ISO 14001, tiene un alcance más amplio que un SGMA. Se centra en el impacto ambiental global de una organización, incluido el uso de la energía. Un SGA ayuda a las organizaciones a gestionar sus responsabilidades medioambientales de forma sistemática, contribuyendo a la sostenibilidad y al cumplimiento de la normativa. Mientras que un SGMA se centra específicamente en la gestión de la energía, un SGMA abarca una amplia gama de aspectos medioambientales, como la gestión de residuos, el control de la contaminación y la conservación de recursos.
Certificación ISO 14001 en relación con la DEE
Aunque la norma ISO 14001 puede formar parte de la estrategia de gestión medioambiental más amplia de una organización, el artículo 11 de la DEE hace referencia específica a la importancia de la norma ISO 50001 para los sistemas de gestión de la energía. La certificación ISO 14001, aunque beneficiosa para la gestión medioambiental general, no es una norma obligatoria en virtud del artículo 11 de la DEE.
Dicho esto, algunos Estados miembros de la UE pueden incluir la norma ISO 14001 al aplicar la DEE a nivel nacional. Por ejemplo, es muy probable que la legislación danesa incorpore la norma ISO 14001 como requisito para las empresas cuyo consumo de energía supere determinados umbrales. Esto refleja el planteamiento más amplio de Dinamarca de integrar la eficiencia energética en un marco global de gestión medioambiental.
Puede obtener más información sobre los requisitos daneses en nuestro seminario web sobre la aplicación de la DEE y la DEEE de la UE en el sector público de Dinamarca.
Auditoría energética
Una auditoría energética es un proceso sistemático destinado a conocer el perfil de consumo energético de un edificio, instalación o proceso. Consiste en recopilar datos sobre cómo se utiliza la energía, identificar las áreas en las que se desperdicia y proponer medidas rentables para mejorar la eficiencia energética.
Según el artículo 11 de la DEE, estas auditorías son un requisito obligatorio para las empresas con un consumo medio anual superior a 10 TJ de energía en los tres años anteriores. Si una empresa dispone de un sistema de gestión de la energía con certificación ISO 50001, suele estar exenta del requisito de auditoría, ya que esta certificación implica evaluaciones continuas del rendimiento energético.
De acuerdo con la DEE, las auditorías energéticas deben realizarse cada cuatro años y la primera antes del 11 de octubre de 2026; sin embargo, algunos Estados miembros de la UE pueden establecer calendarios más ambiciosos.
Las auditorías energéticas pueden ser realizadas por expertos externos, auditores internos o entidades especializadas, siempre que cumplan los criterios de cualificación e independencia necesarios.
Proceso de auditoría energética
El proceso de auditoría energética suele comenzar con la recopilación de datos, seguida de una fase de análisis en la que se identifican posibles oportunidades de ahorro energético. La fase final consiste en recomendar medidas prácticas, como actualizar los equipos, mejorar el aislamiento u optimizar los procesos operativos.
Las auditorías energéticas proporcionan los datos y la información necesarios para impulsar mejoras tanto en el EnMS como en el EMS. Al identificar ineficiencias específicas, las organizaciones pueden tomar decisiones informadas sobre dónde centrar sus esfuerzos de gestión energética.
Auditorías voluntarias o preliminares
Las auditorías energéticas voluntarias o preliminares suelen ser una evaluación informal realizada por una organización para identificar oportunidades de ahorro energético. A diferencia de las auditorías reglamentarias, este proceso suele ser iniciado voluntariamente por la empresa para señalar áreas específicas en las que se puede mejorar la eficiencia energética.
El objetivo principal de una auditoría energética voluntaria o preliminar es ofrecer recomendaciones prácticas destinadas a reducir el consumo de energía y disminuir los costes, centrándose en mejoras inmediatas y viables. La auditoría puede incluir inspecciones in situ, la comparación del uso actual de la energía con las normas del sector y la formulación de sugerencias personalizadas sobre medidas de ahorro.
Aunque este tipo de auditoría contribuye a la estrategia global de eficiencia energética de una empresa, no se realiza necesariamente para cumplir ningún requisito normativo.
Auditoría climática
Las auditorías climáticas están surgiendo como una herramienta fundamental para evaluar el consumo energético de una organización y su impacto en los factores relacionados con el clima. Estas auditorías van un paso más allá que las auditorías energéticas tradicionales al centrarse en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y explorar el potencial de integración de fuentes de energía renovables.
Con el creciente énfasis mundial en la lucha contra el cambio climático, las auditorías climáticas se han vuelto esenciales para las organizaciones que quieren mejorar su comportamiento medioambiental. Estas auditorías evalúan no sólo el consumo de energía, sino también el impacto climático más amplio de las operaciones, ofreciendo una vía para lograr emisiones netas cero.
Interconexión entre sistemas
La sinergia entre EnMS, EMS, auditorías energéticas y auditorías climáticas es vital para lograr una eficiencia energética y una sostenibilidad medioambiental completas. Mediante la integración de estos sistemas, las organizaciones pueden crear un marco sólido que respalde la mejora continua, el cumplimiento de la normativa y los objetivos de sostenibilidad a largo plazo.
Para maximizar los beneficios, las organizaciones deben enfocar la implantación de estos sistemas de forma estratégica. Esto implica establecer objetivos claros, implicar a las partes interesadas a todos los niveles y supervisar y ajustar continuamente las estrategias en función de los resultados de las auditorías, los datos de rendimiento y las evaluaciones del impacto climático.
Cómo hacerlo - Pasos prácticos para una organización
Implantar un EnMS, un EMS y realizar auditorías energéticas y climáticas puede parecer desalentador. Sin embargo, siguiendo estos pasos prácticos, las organizaciones pueden agilizar el proceso y maximizar sus beneficios:
- Realice una evaluación inicial: Empiece por evaluar su consumo energético actual y su impacto ambiental. Este punto de partida le ayudará a identificar áreas de mejora y a fijar objetivos realistas.
- Establezca objetivos claros: Defina objetivos específicos y mensurables de eficiencia energética y sostenibilidad. Asegúrese de que están en consonancia con los objetivos más generales de la organización y con los requisitos de la directiva europea.
- Elabore un plan de acción: Elabore un plan de acción detallado que describa los pasos necesarios para alcanzar sus objetivos. Incluye plazos, responsables y recursos necesarios.
- Aproveche la tecnología: Utiliza tecnologías avanzadas como soluciones basadas en IA para controlar el consumo de energía, predecir tendencias y automatizar medidas de ahorro energético. La plataforma de Ento, por ejemplo, puede optimizar la gestión energética en tiempo real, reduciendo tanto los costes como las emisiones de CO2.
- Implicar a las partes interesadas: Implique a los principales interesados en todos los niveles de la organización. Esto incluye formar al personal en prácticas de gestión de la energía y fomentar una cultura de sostenibilidad.
- Aplicar y supervisar: Poner en marcha el plan de acción y supervisar continuamente los avances. Utilice indicadores de rendimiento para controlar el ahorro energético, la reducción de costes y el impacto medioambiental.
- Auditorías y revisiones periódicas: Programe auditorías energéticas y climáticas periódicas para evaluar la eficacia de su EnMS y EMS. Utilice los resultados de las auditorías para perfeccionar sus estrategias y mejorar el rendimiento.
- Adáptese y amplíe: A medida que evolucionan las necesidades de su organización, adapte sus estrategias de gestión energética en consecuencia. Las soluciones escalables, como las que ofrece Ento, permiten crecer manteniendo la eficiencia y la conformidad.
- Informar y comunicar: Informe periódicamente de sus avances a las partes interesadas, incluidos empleados, directivos y socios externos. Una comunicación transparente genera confianza y refuerza la importancia de las iniciativas de eficiencia energética.
- Mejora continua: Por último, adopte una mentalidad de mejora continua. La gestión energética es un proceso continuo, y la actualización periódica de sus sistemas y estrategias garantizará el éxito a largo plazo.
Siguiendo estos pasos, las organizaciones pueden implantar eficazmente el EnMS, el EMS y las auditorías, alineándose con la directiva de la UE y contribuyendo a un futuro más sostenible.
No espere a que el cumplimiento se convierta en un reto
La nueva Directiva de la UE sobre eficiencia energética representa tanto un reto como una oportunidad para las organizaciones de toda Europa. Con la adopción de sistemas de gestión de la energía y la realización periódica de auditorías energéticas y climáticas, las organizaciones no sólo pueden cumplir los requisitos reglamentarios, sino también contribuir a los objetivos más amplios de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y fomento de la sostenibilidad.
Las soluciones escalables de Ento pueden ayudarle a adelantarse a los requisitos normativos y a adaptarse a las necesidades futuras de gestión de la energía. Solicite una demostración gratuita o póngase en contacto con nosotros para empezar.